Has oído hablar del microbioma intestinal, pero ¿qué pasa con tu microbioma oral?

Esta parte del cuerpo es igualmente importante y la fascinante ciencia detrás de ella apenas se está descubriendo.

Así que comencemos con lo básico... ¿dónde está y qué es?

El área del microbioma oral incluye la lengua, el paladar duro, los dientes, el área alrededor de las superficies de los dientes y el área por encima y por debajo de las encías. Conocido como microbioma oral, este conjunto de bacterias (más de 700 especies diferentes, para ser exactos) es un determinante esencial de la salud, no sólo en la boca, sino más allá.

El microbioma bucal juega un papel importante en la remineralización de los dientes, la oxigenación de las encías, la eliminación de desechos de la boca y la protección contra microorganismos externos dañinos. Al igual que ocurre con el microbioma intestinal, la salud del microbioma bucal depende del equilibrio entre las bacterias buenas y malas. Y al igual que en el intestino, un desequilibrio provoca inflamación o enfermedad. Estos a menudo se manifiestan en forma de caries, inflamación de las encías y aftas bucales (también conocidas como hongos bucales).

Cuando las bacterias beneficiosas prosperan, los dientes se sienten limpios, las encías se ven rosadas y tienen un buen flujo sanguíneo. Si su microbioma oral es demasiado rico, pueden aparecer síntomas como mal aliento, caries y enfermedades de las encías. Por el contrario, un microbioma oral débil puede provocar úlceras y sensibilidad dental.

La odontología apenas está comenzando a reconocer la importancia de una flora bucal saludable y que debemos cuidarla activamente, lo que significa que debemos saber qué contienen nuestros productos para el cuidado bucal. Si bien el microbioma bucal es clave para una boca sana, también es fundamental para muchos otros aspectos de nuestra salud e incluso influye en la progresión de la enfermedad.

Una nueva investigación muestra una conexión entre el microbioma oral y enfermedades como la enfermedad de Parkinson, el síndrome del intestino irritable, la cirrosis hepática y muchas otras. La boca es la puerta de entrada a los intestinos. Más del 45% de las bacterias de la boca también se encuentran en los intestinos. De ello se deduce que un microbioma oral sano es un precursor de un microbioma intestinal sano. Y como el 70% de nuestro sistema inmunológico se encuentra en el intestino, también debemos cuidar nuestro microbioma bucal.

Todo lo que consumimos puede afectar nuestro microbioma bucal, desde los alimentos que comemos hasta las bebidas que bebemos y los productos para el cuidado bucal que utilizamos todos los días. Encontrar productos que mejoren el microbioma bucal es una parte esencial para mantener una buena salud bucal.

A continuación se ofrecen algunos consejos para mantener su microbioma bucal en óptimas condiciones:

- Presta atención a tu dieta: ¡elige una dieta equilibrada con poca azúcar y carbohidratos, alimentos alcalinos y muchas verduras!
- Cuantos más antioxidantes, mejor. Minimiza el consumo de azúcar y bebidas alcohólicas, ya que pueden dañar el esmalte dental.
- Cepíllese los dientes dos veces al día y use hilo dental al menos dos veces por semana; asegúrese de que los productos que utilice estén libres de químicos tóxicos, SLS y alcohol.
- Visite al dentista con regularidad: las limpiezas dentales profesionales (cada 6 meses) con pastas de pulido naturales pueden ayudar a mantener su microbioma bucal en óptimas condiciones.
- Evite los enjuagues bucales que contengan alcohol, ya que resecan la boca y matan todas las bacterias, buenas y malas.
- Asegúrate de beber suficientes líquidos: el agua es buena para todo... ¡incluida tu flora bucal!
- Limpia tu lengua - Lo ideal es utilizar el limpiador de lengua dos veces al día: una por la mañana y otra por la noche, siempre después de cepillarte los dientes.
- Agregue un probiótico oral: utilizamos un probiótico oral especial. Este probiótico puede estimular las bacterias buenas en la boca.